viernes, 20 de noviembre de 2009

CAMBIO CLIMATICO: EL TIEMPO SE ACABA


CAMBIO CLIMATICO: EL TIEMPO SE ACABA

A pocas semanas de la cumbre de Copenhague, en la que se definirá el futuro climático de nuestro planeta, la discusión vuelve a trabarse cuando se ponen en juego los intereses económicos. Los países pobres africanos les piden a las naciones ricas que reduzcan las emisiones que los perjudican. En Europa discuten si todos los países de la Unión deberían aportar por igual ya que el este subdesarrollado no está de acuerdo con esa idea. Mientras tanto en Estados Unidos los republicanos dilatan todo y frenan los debates porque prefieren no hablar del tema. Ya es un hecho que el dinero no alcanzará para combatir al cambio climático y muchos aventuran que ni siquiera se logrará un acuerdo que reemplace al vejado Protocolo de Kyoto. Mientras la humanidad discute, el reloj de la Tierra no se detiene.

Las naciones africanas presionaron a los países desarrollados que asisten a las conversaciones de la ONU sobre cambio climático para que expliquen cómo reducirán sus emisiones de gases invernadero, mientras activistas ambientales hicieron sonar unos mil relojes despertadores fuera de la sede de las conversaciones, para recordarle a los delegados que el tiempo "se está acabando" para lograr un acuerdo.
Barcelona es la anfitriona de la ronda final de conversaciones antes de la cumbre del clima prevista para diciembre en Copenhague.
Los activistas acudieron a la ciudad española para recordar a los delegados de 192 naciones que queda muy poco tiempo para alcanzar un acuerdo histórico contra el calentamiento global.
Mientras los delegados conversaban detrás de puertas cerradas en España, acercándose a un clímax tras dos años de negociaciones, aumentaban los temores sobre qué se logrará este año para combatir el cambio climático.
El primer ministro de Suecia dijo que lograr un pacto legalmente vinculante probablemente sea imposible este año, mientras el primer ministro de Dinamarca dijo que no alcanzar un acuerdo en la conferencia del clima que inicia el 7 de diciembre en Copenhague, como se espera, sería "una desilusión masiva".
Un acuerdo parece cada vez más improbable este año porque Estados Unidos no está listo para comprometerse con una reducción específica de emisiones hasta que el Congreso promulgue una iniciativa de ley para la defensa del clima.
Los senadores republicanos boicotearon el martes el inicio de los debates en una comisión que redacta una iniciativa de ley para limitar los gases del llamado efecto invernadero, alegando que el costo del proyecto no se examinó totalmente.
El boicot refleja las dificultades que enfrentan los líderes demócratas para hacer avanzar este año una legislación encaminada a combatir el cambio climático.
Estados Unidos enfrenta fuertes críticas de otros países en este tema, pues es uno de los países que genera más contaminación atmosférica en el mundo y este estancamiento en el Congreso impide que actúe para contenerla.
LA LECCION DE MERKEL
La canciller alemana Angela Merkel hizo un llamado emotivo ante el Congreso estadounidense para que Washington tome medidas concretas. La mayoría de los republicanos reaccionaron impasibles, mientras los demócratas aplaudieron de pie.
En el primer discurso de un canciller alemán en el Congreso desde Konrad Adenauer en 1957, Merkel puso énfasis en la necesidad de alcanzar un acuerdo mundial contra el cambio climático, uno que podría forjarse, dijo, durante una conferencia internacional el próximo mes en Copenhague.
"No hay tiempo que perder", declaró. La canciller admitió que ningún acuerdo podrá tener éxito sin el apoyo de China y la India, pero que si se llega a uno, dijo que estaba segura que esas dos economías de rápido crecimiento podrían ser persuadidas para que lo firmen.
"La generación actual necesita demostrar que es capaz de enfrentar los desafíos del siglo XXI y que, en cierto sentido, podemos derribar los muros de hoy", aseguró Merkel, quien también citó como prueba clara del calentamiento del planeta el deshielo de los glaciares en el Ártico, la evacuación de poblados en África a causa de la sequía y el ascenso del nivel de los mares en todo el mundo.
El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, cuyo país tiene ahora la presidencia rotatoria de la Unión Europea, cree que hay pocas expectativas.
Después de reunirse con el presidente Barack Obama en Washington, Reinfeldt le dijo a la Radio Sueca que "un acuerdo obligatorio legalmente, como el que nosotros hubiéramos defendido en Europa, simplemente es imposible de lograr".
El anfitrión de la conferencia de Copenhague, el primer ministro danés Lars Loekke Rasmussen, dijo que será difícil recuperar la inercia si vence el plazo fatal. Exhortó a los jefes de gobierno a que intervengan para lograr un avance.
"Si los decepcionamos, será una desilusión masiva, un revés desde el cual no se podrá ver cómo podremos tomar impulso de nuevo", aseguró Loekke Rasmussen a la prensa.
CABALLEROS DE LA ORDEN DEL SOL

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