martes, 18 de enero de 2011

Una historia de Buda
En una ocasión un hombre vino a Buda y le escupió la cara. Sus discípulos, por supuesto estaban enfurecidos.

Ananda el discípulo más cercano, dirigiéndose a Buda dijo: ¡Esto pasa de la raya! Y estaba rojo de irá y prosiguió: ¡Dame permiso! ¡Para que le enseñe a éste hombre lo que acaba de hacer!

Buda se limpió la cara y dijo al hombre: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Has creado, una situación, un contexto, en el que he podido comprobar sí todavía puede invadirme la irá o no, y no puede, y te estoy tremendamente agradecido, y también has creado un contexto para mis discípulos, principalmente para Ananda mi discípulo más cercano.

Esto le permite ver que todavía puede invadirle la ira ¡Muchas gracias! ¡Te estamos muy agradecidos! Y siempre estás invitado a venir. Por favor, siempre que sientas el imperioso deseo de escupirle a alguien puedes venir con nosotros.

Fue una conmoción tal para aquel hombre… No podía dar crédito a sus oídos, no podía creer lo que estaba sucediendo, había venido a provocar la ira de Buda, y había fracasado.

Aquella noche no pudo dormir, estuvo dando vueltas en la cama, los pensamientos le perseguían continuamente: El escupir a Buda, una de las cosas más insultantes, y que el Buda permaneciese tan sereno tan en calma como lo había estado antes, como sí no hubiese pasado nada… El que Buda se limpiase la cara y dijera: “GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, cuando sientas ganas de escupir a alguien, por favor ven a nosotros”, se acordaba una y otra vez

Aquella cara tranquila, serena, aquellos ojos compasivos, y cuando Buda le dio las gracias, no fue una formalidad le estaba verdaderamente agradecido, todo su ser, le decía que estaba agradecido, Buda desprendía una atmósfera de agradecimiento.

A la mañana siguiente muy temprano, volvió precipitado, se postró a los pies de Buda y dijo: Por favor perdóname no he podido dormir en toda la noche.

Buda respondió, no tiene la menor importancia, no pidas perdón por algo que ya no tiene existencia. ¡Ha pasado tanta agua por el río Ganges! Mira ¡Discurre tanta agua a cada momento! Han pasado 24 horas, por qué cargas con algo que ya no existe, ¡no pienses más en ello!

Y además, yo no te puedo perdonar, porque en primer lugar nunca llegue a enojarme contigo, si me hubiera enojado te podría perdonar, guarda la experiencia y aprende profundamente de estos hechos y del agradecimiento.

 
Comparte: Marinela Ramírez



El Premio Nobel Luc Montagnier descubre que el ADN puede teletransportarse mediante las estructuras subcuánticas através del agua.

Un reciente experimento realizado por Luc Montagnier y un equipo de científicos en el seno de la World Foundation for AIDS research and Prevention (UNESCO), Paris, France, han descubierto que el ADN puede replicarse en sus estructuras mediante la adecuada utilización de las ULF (Frecuencias extremadamente bajas). En concreto, sienta las bases de la relación existente entre el ADN y las ULF en los seres vivos, y curiosamente enlaza con el espectro de resonancias de las RS (Resonancias Schumann). El medio en el que el experimento ha sido reproducido es el agua, por lo que los paquetes de datos pueden replicarse, sentando así las bases de la Radiofrecuencia Cuántica Diferencial, aplicada a las estructuras fundamentales de los seres vivos.

Tal y como muestra el estudio, las Ondas Electromagnéticas de Ultra Baja Frecuencia (ULF), entre 500 a 3000 Hz, fueron detectadas en varias disoluciones filtradas de cultivos de microorganismos, inclusive del plasma sanguíneo procedente de seres humanos en las que dichos microorganismos estaban presentes. Curiosamente los mismos resultados fueron obtenidos del DNA extraído de dichos fluidos.

En la gráfica superior, se muestra en matlab, la concreta distribución de las ULF detectadas en el plasma de cultivo de los microorganismos utilizados para el experimento.

La cuestión, es que puede estimularse mediante un generador de 7 Hz una excitación de las estructuras para la replicación de éstas en otro tubo utilizando las ondas y el agua. El mismo L. Montagnier, señala textualmente que es fundamental hacer coincidir la excitación con el espectro de los 7.83 Hz, entorno en el que se reproducen las Resonancias Schumann.

El diagrama del experimento realizado por L.Montagnier es el siguiente:

El campo magnético producido por la excitación, se mantuvo durante 18 horas y la replicación tuvo lugar. El experimento es altamente reproducible y ha sido documentado en DNA waves and water, documento que pueden descargar desde el servidor de ArxiV, http://arxiv.org/abs/1012.5166v1

Referencia:1012.5166v1.

La importancia de este estudio es crucial porque sienta las bases de la Radiofrecuencia Cuántica Diferencial, en relación con la estructura del enrejado del éter y la lógica de los osciladores armónicos en relación con la replicación de estructuras y subestructuras, así como la clara reproducción empírica de las ondas fase, tal y como ya hemos analizado anteriormente en otros artículos y documentos científicos. El hecho de que en esta ocasión el experimento provenga del Premio Nobel, consolida las bases científicas de esta nueva visión de la ciencia en el marco de la relación entre las ULF y las estructuras fundamentales de la materia y los seres vivos.

Fuente: DNA waves and water, ArxiV, http://arxiv.org/abs/1012.5166v1


Tormentas de antimateria en nuestra atmósfera

 
StarViewerTeam International 2011

Gracias al telescopio Fermi de la NASA, sensible a los rayos gamma, la NASA ha descubierto un fenómeno desconocido hasta la fecha. Algunas tormentas que se desarrollan en la atmósfera producen partículas de antimateria que huyen al espacio.

Las tormentas, y específicamente su aparato eléctrico, pueden ocasionar estallidos de rayos gamma (TGF), detectados por el Fermi, los cuales forman a su vez las partículas de antimateria. Se ha calculado que cada día ocurren unos 500 TGFs en todo el mundo, sin que apenas ninguno sea detectado.

Gracias a las mediciones del instrumento GBM del Fermi, los científicos ahora saben que las tormentas pueden generar rayos de partículas de antimateria. Los especialistas habían sospechado de la existencia de TGFs en la cúspide de las tormentas, donde se producen campos eléctricos fuertes. Cuando estos campos son lo bastante intensos, lanzan una avalancha de electrones hacia arriba a velocidades cercanas a la de la luz. Al chocar contra las moléculas de aire, se generan rayos gamma (el TGF).

Ahora se sabe que la energía de los rayos gamma se transforma en parejas de partículas electrón-positrón, que se alejan hacia el espacio. Estas partículas son las que ha detectado el Fermi, el cual ha determinado que todos los TGFs emiten rayos de este tipo. Cuando un electrón se encuentra con un positrón, se autodestruyen, lanzando rayos gamma con energías de hasta 511.000 electronvoltios.

Fuente

Mail http://www.blogger.com/mc/compose?to=grupo_gabie@yahoo.com.ar

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